¿Por qué los Espirituales Luchan con el Dinero?: ¡Dios Reparte la Abundancia, Pero Parece que Anda Medio Miope!

Introducción:
Imagina esto: eres un ser compasivo, dedicas tus días a ayudar a otros, a vivir con integridad y desde el amor. Pero cuando llega la factura de la luz, te preguntas si el universo realmente apoya a quienes más sirven, mientras que aquel que vive sin importar a quién aplasta parece flotar sobre un colchón de dinero. ¿Será que la justicia divina ha fallado? O, tal vez, ¿es que no entendemos bien el juego del dinero?

Sí, querido lector, la situación parece estar patas para arriba. Pero, ¿y si el problema no es que el universo esté en tu contra, sino que hay un juego llamado "dinero" que aún no comprendes del todo? Cambiar tu creencia respecto al dinero puede hacer una diferencia notable. Vamos a explorar por qué el dinero parece escapar de quienes tienen buenas intenciones y cómo puedes atraerlo sin comprometer tus valores.

El dinero: la herramienta de control que no es tan mala
El dinero fue creado para resolver un problema y facilitar el intercambio y, aunque suene algo “conspirativo”, también como herramienta de control. T. Harv Eker lo explica así: "La gente rica juega al juego del dinero para ganar. La gente pobre juega al juego del dinero para no perder". Este cambio simple de mentalidad hace que algunos ganen siempre, mientras que otros parecen no poder escapar de la banca.

Y aquí va una pregunta para ti: ¿has pensado alguna vez que tu relación con el dinero es precisamente eso, una relación? Quizá sea una relación tóxica, de amor-odio, donde deseas que el dinero venga, pero no lo tratas bien, no lo valoras. Cambiemos el chip; veamos al dinero como una energía, ni buena ni mala, que puede alinearse contigo si le das la bienvenida.

¿Por qué parece que el dinero y la espiritualidad no se llevan bien?
Lo diré claro: ¡por la mentalidad! Robert Kiyosaki lo resume bien: "No se trata de cuánto dinero ganas, sino de cuánto dinero mantienes". Sin embargo, muchos creen que el dinero es secundario o incluso "sucio". Esto crea una contradicción, ya que mientras te enfocas en la gratitud y el servicio, tus creencias subconscientes pueden estar diciendo: "El dinero no es para mí".

Desde un enfoque metafísico, Esther Hicks nos recuerda que el dinero, como cualquier otra cosa, se manifiesta cuando sintonizas con su energía. No es una traición a tus valores; al contrario, la abundancia puede ser una forma de agradecerte por tu esfuerzo y tu misión. Tony Robbins habla de "atención y enfoque". Lo que enfocas, se expande. ¿Cuánto tiempo dedicas a visualizar tu éxito financiero y tu estabilidad económica? ¿O sigues enfocándote en la falta de dinero y la injusticia?

Las reglas del juego
Robert Kiyosaki dice: “Hay dos tipos de personas: aquellos que entienden las reglas del juego y aquellos que no”. Puede que no necesites convertirte en un capitalista despiadado para atraer el dinero, pero sí necesitas comprender cómo funciona este juego. Warren Buffet no se hizo rico porque fuera el más espiritual, sino porque entendió y aplicó las reglas del dinero.

Aquí tienes algunos principios básicos para empezar a cambiar tu relación con el dinero:

1. Redefine tu relación con el dinero: Haz las paces. Deja de verlo como algo sucio o materialista, y empieza a verlo como un recurso que puede hacer mucho más que cubrir gastos. Puede ayudarte a cumplir tus sueños y amplificar tu misión de vida. Como dice Bashar, todo lo que haces con pasión y propósito atrae abundancia. No temas al dinero; deja que impulse tus propósitos.

2. Aprende a invertir, no solo a ganar: Napoleon Hill lo dijo bien: "La riqueza empieza con un estado mental". Si tu enfoque se basa únicamente en ganar dinero, pero no aprendes a mantenerlo o a hacerlo crecer, no importa cuánto ganes; se irá. Aprende a invertir en activos que te den un retorno, ya sea en bienes o en tu propio desarrollo.

3. Pon atención a tu enfoque: Si piensas más en la falta que en la abundancia, eso es lo que obtendrás. En lugar de preocuparte por lo que no tienes, enfócate en las posibilidades que tienes para crear más. Recuerda, lo que enfocas, se expande.

Reflexión final: ¡cambia el chip!
En lugar de verte a ti mismo en la tribuna mientras los demás juegan el partido del dinero, comienza a jugarlo tú también, pero a tu manera. Comprende que la abundancia también es tu derecho, y que la riqueza no es enemiga de la espiritualidad, sino una extensión de ella. No es necesario traicionar tus valores para atraer dinero; el dinero puede amplificar tu misión, ayudándote a hacer más y a ser más para los demás.

Cierre:
¿Quién dice que no puedes tener ambos? Amor por el prójimo y una cuenta de banco saludable. La próxima vez que te sientes a meditar o a reflexionar, no solo pidas paz y amor; pide también abundancia, y aprende a recibirla con gratitud. Porque, como diría Steve Jobs, “el dinero no es lo más importante, pero hace posible las cosas importantes”. Dale la bienvenida al dinero, hazte amigo de él, y permite que sea el aliado que realmente puede ser. ¡Tú también puedes ganar este juego, solo necesitas aprender a jugarlo!