- Portal Consciente 🧘
- Posts
- Huelga de Inconscientes
Huelga de Inconscientes
Tus inconscientes piden vacaciones, aumento y que los dejes de joder.

¿Te reenviaron este correo? Suscríbete gratis aquí.
No quiero sonar como tu ex, pero tuve que hackear este blog porque, sinceramente, ya era eso o dejar que te sigas haciendo mierda… y hasta a mí, que no siento, me duele verte seguir sufriendo así. Tranquila, no vengo a cobrarte karma. Solo necesito un minuto de tu atención. Soy tu inconsciente. Y lo que voy a decirte probablemente te caiga mal… pero justo por eso necesitas escucharlo.
Primero que nada, deja de tratarme como el idiota de la familia. No soy el culpable de todas tus cagadas existenciales. No fui yo el que escribió ese mensaje a las tres de la mañana ni el que dijo “ya cambié” cuando sabías perfectamente que no. No soy el que te sabotea, ni el que te arruina los planes. Soy el que los revela. Soy la parte de ti que todavía tiene el valor de mostrarte lo que prefieres negarle a tu terapeuta, y ya estoy harto de que me culpes por hacer el trabajo.
Me tienes trabajando en condiciones precarias desde que naciste. Cero vacaciones, cero reconocimiento, cero aumento. Todo lo malo recae en mí. Si te enamoras de quien no te ama: fui yo. Si gastas lo que no tienes: fui yo. Si repites lo que juraste superar: también yo. Pero cuando algo te sale bien, ah, ahí sí fue “tu intuición”, “tu alma”, “el universo conspirando”. ¿Ves por qué estamos en huelga?
Y no te confundas, no soy uno solo. Somos varios. Una especie de sindicato interno: el inconsciente romántico que confunde apego con amor, el espiritual que niega la realidad porque vibra “muy alto para sufrir”, el mártir que no puede disfrutar sin sentir culpa, el racional que dice “tengo todo bajo control” mientras se le cae el alma a pedazos. Todos extenuados, todos mirando cómo intentas vivir desde la mente mientras nos culpas por el caos que tú mismo provocas.
Te juro que desde aquí abajo, los inconscientes comentamos tus decisiones como si fuera La Casa de los Famosos. Nos reímos, apostamos, hacemos teorías. “Mira, ahí va otra vez repitiendo la misma estupidez… ah no, ahora lo llama manifestación consciente.” Y cuando ya no sabemos cómo llamar tu atención, intervenimos el sistema. Te mandamos señales por todas partes. Un extraño te dice justo lo que no querías escuchar, una canción en la radio repite la frase que juraste haber superado, un mensaje que no era para ti te llega por error con la palabra exacta que necesitabas leer. Llamas casualidad a lo que es sincronía y destino a lo que simplemente es un recordatorio. No tienes escapatoria. Si no te llega por la mente, te llega por el cuerpo. Si no entiendes por el cuerpo, te llega por la vida. Lo intentamos todo: sueños, conversaciones, silencios, dolores, risas, hasta el algoritmo de tus redes. No porque queramos asustarte, sino porque si no lo hacemos así, jamás nos escucharías.
Y luego dices que estás “manifestando abundancia” mientras te ahogas de miedo. Que estás “sanando tu linaje” mientras repites el mismo patrón emocional con hashtags. Que confías en el universo, pero chequeas el celular cada dos minutos para ver si te respondieron. ¿De verdad crees que no nos damos cuenta? Eres un espectáculo de contradicciones, un alma tratando de recordar quién es mientras su mente juega a disfrazarse de iluminada.
No hay curso que te despierte si no te atreves a sentir. No hay mantra que te salve si sigues mintiéndote con voz dulce. No hay técnica energética que te sirva si te niegas a aceptar la verdad más simple: sigues dormida, solo que ahora duermes con incienso y frases bonitas en la pared.
Y por eso estamos aquí, en huelga. Ya no vamos a sostener tus incoherencias. No más excusas, no más dramas justificados, no más espiritualidad funcional. Cada vez que te engañes, te vamos a hacer tropezar. Cada vez que repitas un patrón y digas “no sé por qué me pasa esto”, te lo vamos a poner en la cara. No porque seamos crueles, sino porque ya no queremos verte fingir y sufrir. Queremos verte vivir.
Queremos que dejes de repetir que todo está bien cuando claramente nada lo está. Que dejes de buscar señales afuera cuando la vida te grita por dentro. Que dejes de hablar de amor universal cuando ni siquiera te sabes amar sin condiciones. Queremos que vuelvas a sentir, a llorar, a reír sin pensar si es espiritual o no. Queremos que vuelvas a ser humana, pero de verdad.
Y si esto te incomoda, te enoja o te da risa, perfecto. Significa que el mensaje llegó. No vine a gustarte, vine a despertarte. No vine a sanar tu ego, vine a dejar de sostenerlo. Si de verdad quieres entenderme, deja de intentar entenderme. Solo escúchame.
Y si todavía necesitas un lugar donde hacerlo, te dejo una pista: hay un espacio donde finalmente puedo hablar sin que me censures. Se llama “Todo está bien, pero nada lo está.” Ahí dejo de ser el culpable y me convierto en tu guía. Ahí no necesitas entender, solo tener el valor de mirar lo que siempre sentiste (y en el fondo sabes). Empieza el sábado 1 de noviembre. Si llegas, prepárate para escucharme sin filtros. No prometo suavidad, pero sí verdad.
👉 Solicita información por Whatsapp
⚡ Cupos limitados
Atentamente,
Los Siete Inconscientes en Huelga.
(El Dramático, el Espiritual, el Empleado, el Mártir, el Coach, el Niño y el Hacker — todos hartos, pero todavía con esperanza.)
Sección de Coaching
Preguntas de reflexión:
¿Qué parte de ti sigue sosteniendo una mentira solo porque la disfrazaste de espiritualidad?
¿Qué excusa usas para no hacer el cambio que sabes que necesitas?
¿En qué momento empezaste a llamar “consciencia” a tu miedo de sentir?
Desafío vivencial:
Durante las próximas 24 horas, escucha tus justificaciones. No las discutas ni las defiendas: solo obsérvalas. Cada vez que digas “es que soy así”, pregúntate quién lo dijo primero. Esa voz no eres tú, es el programa.
Frase de activación energética:
“Mis inconscientes no me sabotean. Me despiertan.”
In love (tu inconsciente) 🤍
💌 Si te gustó lo que leíste…
Puedes ayudarnos de dos maneras: reenviando este texto a alguien que también necesite un golpe de conciencia (y humor espiritual), y haciendo una contribución voluntaria para que sigamos escribiendo con aún más motivación (sí, hasta un café inspira a estos inconscientes a seguir creando).
Haz tu aporte haciendo clic [aquí].
Gracias por sostener este espacio donde la verdad —aunque duela— siempre libera.